jueves, 28 de octubre de 2010

miércoles, 27 de octubre de 2010

Homenaje para Coco Fariñas

cocoretratoweb
Guillermo Fariñas unos días después del alta
Foto: Claudio Fuentes Madan
Conocí a Boris por una extraña casualidad. Un día llegó a mi casa para buscar algo de música y terminamos hablando de literatura. Descubrí que teníamos un mundo en común: el deseo de ser libres, de saber la verdad, de soñar otra Cuba menos destartalada.
Me dejó este texto que nunca supo dónde ni cómo publicar. Está viejo –me dijo- lo escribí cuando Fariñas dejó la huelga, igual quiero que lo leas.
Boris lo sabe y yo también: el Coco lleva la historia de Cuba sobre las espaldas. Con su martirio está escribiendo las hazañas que nosotros no hemos podido ni siquiera soñar.
Lo reproduzco ahora porque aunque ya desde julio Guillermo Fariñas come, su cuerpo carga aún con el dolor de esa huelga tan larga. Y hay, además, hombres y acciones que quedan para siempre en el tiempo.

"La responsabilidad de Guillermo Fariñas" por Boris González Arenas
Hace menos de una semana había empezado a escribir un artículo sobre Guillermo Fariñas. Apenas unos días antes, el sábado 3 de Julio, el periódico Granma había hecho pública una entrevista a uno de los intensivistas de Guillermo. Al final de la misma se dejaba claro que su situación de salud era ya grave, y que podía ser agónica si evolucionaba su estado desfavorablemente.
No estaba dispuesto a dejar pasar su muerte sin más.
De pronto, ayer viernes y tras el compromiso hecho por el estado cubano de que en menos de cuatro meses sería liberado el resto del grupo de cubanos groseramente apresados años atrás y condenados a penas indignantes supe, por amigos que habían leído la noticia, que Guillermo Fariñas había abandonado la huelga de hambre.
La alegría no puede ser mayor. Los presos políticos serán puestos en libertad y Guillermo Fariñas, quien ya ha ganado la admiración de todos por su inquebrantable voluntad vivirá.
Envidio la sensación que pueda tener la generación de mis hijos cuando lea este episodio en que la tenacidad de un puñado de hombres y mujeres pudo más que un enorme aparato represivo y que el brío totalitario de sus beneficiarios.
Nadie podrá leer este episodio sin guardar un minuto de silencio por Orlando Zapata Tamayo, de cuya muerte supimos no por la voluntad del estado cubano de comunicarla, sino por la indignación universal de lo mejor de los ciudadanos de la patria mundo. De cuya muerte supimos también por un cobarde artículo salido en la prensa oficial cubana, cuatro días después y en donde el lenguaje altisonante e irrespetuoso no había sido aún moderado por la repulsa de todos.
¿Será la libertad de estos condenados el esperado punto de giro del castrismo, que presionado por décadas de fracasos y en un rapto de sentido común ha decidido abrir lentamente pero de manera irreversible el proceso de cambios de nuestro país?
Mi certeza es que no, que el castrismo prefiere ver arder esta nación antes que facilitar su renacimiento de la muerte que bien le ha procurado. Deseo equivocarme, mi error sería la suerte de un país que ha sufrido ya bastante.
Fariñas y Tamayo son símbolos de la resistencia cubana y de la determinación de nuestro país de alcanzar la libertad social y política que le ha sido tan esquiva. Ambos han hecho añicos la política perversa de presentar a la oposición como un puñado de hombres pagados por enemigos externos, para corear lo cual no han faltado intelectuales del patio y de terrazas foráneas.
Ya que no se descansa de las cosas de la vida sino con la muerte, Fariñas es ahora uno de los líderes de la oposición cubana, pues su victoria lo ha convertido en fundamento de la nueva Cuba, de la patria en construcción perenne. No de una oposición minúscula que aspira a ver saltar por los aires toda la estructura del estado cubano y con ella a miles de compatriotas en una confrontación fraticida, sino de la oposición de todos los cubanos que hemos padecido décadas de un castrismo inmovilizante e irresponsable y que exigimos la reconstrucción de nuestro estado desde nuestra voluntad libertaria. Que exigimos la reconstrucción de una Cuba de decisiones plurales, que no puedan obstaculizar déspotas amedrentados y crueles frente a la grandeza de la tarea que nuestros ciudadanos no han titubeado jamás en emprender.
No es construir nuestro país entregarlo a enemigos de la humanidad, que hollan con su presencia naciones soberanas y cuyas armas imponen autoridad pasando sobre la vida de niños, hombres, mujeres y ancianos. Si bien hoy los Estados Unidos son gobernados por una dirigencia progresista, nadie debe olvidar que tiempo atrás lo comandó un genocida y que nada impide que un proceso igual enturbie la obra presente en pocos años.
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Guillermo Fariñas y Ciro en marzo de 2010
Foto: Claudio Fuentes Madan
No es construir tampoco nuestro país ponerlo bajo la sombra de créditos comprometidos con la politiquería latinoamericana, tradicionalista e inflamada y cuyo trasfondo artero los cubanos conocemos bien.
Los retos desmedidos frente a los que se ha plantado la sociedad cubana son consecuencia de la grandeza de su misión, y la gravedad de los obstáculos presagia una generación portentosa que acompañará a hombres y mujeres de todo el mundo en el único advenimiento concebible, el de la realización plena de nuestra humanidad.
Son tiempos de mirar nuevamente a Cuba, de sentir el vigor de su aliento y la fuerza de sus gentes. Aliento y fuerza de insospechadas resonancias y vigorosas inspiraciones. Guillermo Fariñas es el extremo de su virtud y el despertar de su esperanza.
No es poco lo que se le pide a su cuerpo desmejorado, pero los hombres o mujeres que como él deciden arrastrar el mundo hacia la aurora, no pueden   desfallecer cuando ven sus primeras luces.
Domingo 11 de Julio de 2010

lunes, 25 de octubre de 2010

Fotos de la inauguración de la galería "La Paja Recold" por Claudio Fuentes Madan

01Fotos de la expo en La Paja Recold
"Citas históricas" de Gorki Aguila

Fotos de la expo en La Paja Recold0104

Fotos de la expo en La Paja Recold02
Las fotos de Hebert Domínguez

Fotos de la expo en La Paja Recold01
Arriba Ricardo Orta (el de Porno para Ricardo), a la izquierda Guillermo Portieles y a la derecha Claudio Fuentes Madan

Fotos de la expo en La Paja Recold10
"Borrachos" de Heriberto Manero y "Policía con guoquitoqui" de Guillermo Portieles

Fotos de la expo en La Paja Recold09
A la izquierda los Graffiteros, arriba Arturo Cuenca y debajo Luis Trápaga.

Fotos de la expo en La Paja Recold0106
Fernando Ruiz y yo

Fotos de la expo en La Paja Recold0107

viernes, 22 de octubre de 2010

Exposición colectiva en casa de Gorki Águila

flyer

1- heriberto manero / borrachos
2- guillermo portieles / policía con guoquitoqui
3- ricardo orta / el descorche
4- claudio fuentes / el yogultsaldo de soyaldo
satélites / sin título
5- luis trápaga / a mí no…
6- incap-ass / diga no a la superstición
/ el patinador ha muerto, viva el patinador
7- arturo cuenca / no sabemos el título y qué
8- noel morera / este modelo no funciona ni en cuba(Fidel)
/la cebra aunque se vista de leon cebra se
queda / cuba bremen músicos
9- gorki aguila / citas históricas
10-hebert domínguez / ciro te quiero
/las fotos que tiré con las cámaras de los demás
11-papín / el pintor de murales
12-fernando ruiz / columna calumnia
/ espejo coraza
13-rubén cruces / visualización no.23
14-claudia cadelo / mis muñecas – novia
15-jorge luis marrero /
16-renay / drink only (sólo lectura)
22.mm y tnk / intervención stencil

miércoles, 20 de octubre de 2010

Moderación de comentarios

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No hay nada mejor que un día detrás del otro para demostrar que nuestras decisiones no son infalibles. He estado mirando mi propia evolución con respecto a la moderación de comentarios: en el primero juraba y perjuraba que no quería moderar, en el segundo ya no era tanto que no quisiera sino que no podía y ahora en el tercero -pues qué bueno- he encontrado la manera de hacerlo gracias a un amigo.

Hace poco escribí que lo único que sabía de mis tendencias políticas era que no era comunista, gracias a los comentarios de Octavo Cerco he descubierto que tampoco soy anarquista. Poco a poco uno va encontrándose a sí mismo.

Llevo varios días tratando de darle cuerpo a las normas del foro y aquí están. Cualquier sugerencia será por supuesto bienvenida:
- Cada comentarista es responsable de sus comentarios (Incluso si es un agente del G2 y está cumpliendo órdenes. Lamentablemente ahora con la moderación algunos quedarán “disponibles”).
- Se borrarán los comentarios escritos sólo en mayúsculas. En el lenguaje ciber significa gritos y mi blog no es una plataforma para mítines de repudio virtuales.
- Se borrarán los cometarios ofensivos, insultantes, y amenazantes contra otros comentaristas (ejerzan su derecho a la privacidad, no se arranquen las tiras del pellejo en público).
- Se borrarán los comentarios que inciten a la violencia (lo mío es resistencia pacífica, si usted quiere alzarse en la Sierra Maestra ábrase su propio blog antes de irse al Pico Turquino).
- Los comentarios que contengan más de dos enlaces pasarán a moderación para evitar el spam.
- Se borrarán los comentarios repetidos (basta con el Granma para leer lo mismo una y otra vez).
- Se borrarán los comentarios de identidad usurpada (no me gustan los aspirantes a agente secreto).
- Pasarán a moderación los comentarios que no usen el alfabeto latino (hasta que los pueda traducir y eso me tomará bastante tiempo).

Creo que es todo, espero no entristecerlos demasiado.

lunes, 18 de octubre de 2010

sábado, 16 de octubre de 2010

El miedo a estar equivocado

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Foto: Leandro Feal

Es difícil entablar un diálogo en estos días sin caer en el tema de “La lista de los 178”. A mí personalmente me parece un resumen de las actividades más populares del s.XVI, pero sé que soy de las pesimistas. Bueno, dicen mis interlocutores que soy de las “pesimistas”, para mí soy de las “obviamente realistas” porque ¿hasta cuándo vamos a “empezar a mejorar el sistema”? Ellos dicen socialismo, pero yo de facto me niego a llamarle socialista a un gobierno que en menos de dos años pretende despedir a un millón de trabajadores, eso después de haber elevado la edad de jubilación, haber disminuido los productos eufemísticamente llamados “subvencionados” y no pensar ni remotamente en subir los salarios, para no hablar de la espada de Damocles que representa para nuestra economía hoy la doble circulación de moneda. No voy a hablar de libertades económicas, sociales o políticas ya que, evidentemente, para esos que consideran el modelo cubano un modelo socialista, esas libertades vienen siendo algo así como un lujo capitalista ¿o me equivoco?

Gracias a dios no me he vuelto una “talibana” –así llamamos aquí a los extremistas de ambos bandos, sobre todo a los del PCC que son los que más abundan en esta zona de la geografía- y mantengo excelentes relaciones con algunos comunistas (ellos dicen que son comunistas, yo no estoy tan segura). El caso es que una de estas amigas tiene un diminuto negocio privado: hace pasteles por encargo. Desde hace varios años logra sobrevivir, sin lujos y sin robar, de la venta de sus pastelitos de guayaba y de coco. Con lo que gana puede darle un dinerito extra a sus hijos, arreglar alguna bobería en la casa y comer. Cuando conversa conmigo siempre está a la defensiva, por eso nunca me ha confesado que la mayoría de la materia prima la compra en el mercado negro, eso a pesar de que la he visto con mis propios ojos despachando con “la de los huevos” y con “el tipo de la harina”. Pero nada, citando “American Beauty”, el poder de la negación es grande.

Mi amiga se siente culpable, sabe que con su trabajito está incluido entre las actividades de la lista medieval y no quiere militar en la ilegalidad, al menos no tanto. Cuando conversamos me soltó una frase histórica: si todos ponemos de nuestra parte a lo mejor esta vez podemos salir adelante. No soy una persona cruel así que contuve las carcajadas. Sin embargo omitió un detalle que después su esposo me reveló: cuando sacó la cuenta de su ganancia mensual después de sacar la licencia obtuvo un numerín redondo: 2CUC.


Nota: A partir de este post voy a comenzar a moderar los comentarios con la ayuda de un amigo. Estoy aún preparando las reglas del foro para que podamos hacer de Octavo Cerco un lugar interesante para el debate.

lunes, 11 de octubre de 2010

Habana Underguater, entrevista con Erick J. Mota

HabanaUnderguater1
Portada de Habana Underguater
 https://www.createspace.com/3442629 
- ¿En qué momento te surge la idea de imaginar un mundo en el que los rusos ganaron la guerra fría?
Hacía mucho tiempo estaba pensando en una sociedad hipotética que se correspondiera con la estética del Cyberpunk pero que no llevara esa carga casi barroca de neón, corporaciones japonesas y yakuzas. Quería hacer algo diferente y a la vez con lo que me sintiera identificado. Y pensé, “si el movimiento Cyberpunk surge como una contrautopía del capitalismo yo que soy cubano estoy obligado a hacer una distopía del socialismo. Ah, y no puede parecerse a 1984”. Entonces se me ocurrió la idea de una sociedad distópica soviética, un mega período especial y una Habana-cyberpunk . Ahora mismo ya no me imagino una Habana con otro tipo de anti-utopía dentro del subgénero. Tampoco yo tuve una Habana de neón y corporaciones. La mía fue de doce plantas y camiones rusos. Considero justo escribir sobre cosas que tienen un referente con el que me pueda identificar. Yo no puedo escribir sobre un NY o un Tokio alternativo. Simplemente no puedo.

- Me has contado que en tu caso, a diferencia de lo que se podría imaginar, no hubo antes de la novela un interés especial por la cultura rusa ni por la historia del comunismo. Cuéntame un poco el acercamiento que tuviste con la historia de la antigua Unión Soviética ahora que Havana underguater tendrá tres partes.
La verdad nunca me interesé por la estética soviética o el idioma ruso mas allá de disfrutar (en algunos casos padecer) los dibujos animados de Europa del Este. Cuando diseñé el universo de Habana Underguater estaba pensando concretamente en un megaperíodo especial. La vieja frase de la ciencia ficción “qué hubiera pasado si…” si cuando rompemos relaciones con los rusos en lugar de doce plantas hay ochenta plantas. Si en lugar de Ladas 2106 tuviéramos Ladas V8 modelo Ventisca y una crisis igual a la que llamamos tristemente Período Especial. Bueno eso es básicamente Underguater. Y no podía escribirse sin conocer, al menos, frases en idioma ruso, marcas de carros y de camiones, datos técnicos del armamento soviético o la lista de los primeros secretarios del partido comunista. Tuve que hacer mi tarea y estudié una sociedad que viví desde la perspectiva de mi niñez desde otro punto de vista.

- Como durante la crisis de los misiles, Cuba vuelve a ser el centro del mundo: una isla dividida por las guerrillas y las ideologías, háblame de ese escenario.
Siempre es tentador concebir un relato o novela que empiece y termine por Cuba, pese a que el nombre de Cuba nunca aparece en la novela. Concebí el escenario como una isla dividida en tres poderosas ciudades estado: Santiago Autónomo, Santa Clara Autónoma y la Habana Autónoma. La Habana es el centro de esta primera trilogía porque es el lugar caótico que funciona como cualquier Cyberpunk. Guerrillas urbanas como la guerrilla del Fanguito. Organizaciones religiosas que ya no funcionan como tal sino como una especie de crimen organizado. Hitman que se llaman Aceres y hackers que “montan” Orishas en la Red Gobal (que controlan los Estados Soviéticos del Espacio, por supuesto) eso es la Habana underguater. Un escenario donde se recrean varios miedos sociales y políticos (ya sea una especie de globalización marxista-leninista o que un ciclón destruya la Habana Vieja e inunde parte de Centro Habana y el Vedado) pero todo eso es una justificación para hacer nuestro propio cyberpunk bien lejos de Los Angeles o de Tokio. Un Cyberpunk o tecno triller que disfrute verdaderamente cada cubano en cualquier parte del mundo.

- ¿Cómo ves el desarrollo de la ciencia ficción en Cuba?
La ciencia ficción en cuba no ha sobrevivido gracias a una política editorial específica, un asunto de política de estado o un grupo de escritores que quieran hacer simplemente arte (o dinero). La ciencia ficción cubana ha sobrevivido por los lectores. Por una enorme parte de la gente que lee desde Issac Asimov hasta Robert Heinlein y consume audiovisuales desde La guerra de las galaxias hasta la Patrulla nocturna, desde Aladar Mezga hasta Akira. Existe un público deseoso de leer ciencia ficción y por eso los escritores de ciencia ficción no han desaparecido pese a las diferentes políticas editoriales o de cualquier tipo de apoyo gubernamental. En cuanto a hablar de un desarrollo, eso me parece una palabra demasiado fuerte para nuestra ciencia ficción que ha pecado, en su mayoría, de ser siempre una copia o un eco de la ciencia ficción de otros países. Me parece que muy pocos autores cubanos (como en el caso de Miguel Collazo en los años 60-70) se han preocupado por hacer su propia ciencia ficción sin tener que imitar los modelos o las estéticas norteamericanas, europeas, rusas o japonesas. La ciencia ficción, en mi opinión, se ha limitado a sobrevivir en lugar de desarrollarse. Confío en un desarrollo de la ciencia ficción, por mí como si empieza mañana mismo, pero no creo que en estos momentos estemos en condiciones de hablar de tal cosa.

- ¿Has recibido comentarios de los lectores? ¿Cómo han acogido la novela?
Los que se la han leído me han dicho que les ha gustado. Como autor no puedo estar más satisfecho.

- ¿Por qué no se publicó Habana underguater en Cuba? ¿Cómo te sientes después de haber sido censurado, te afectó o simplemente era una posibilidad?
En honor a la verdad el único intento que hice de que se publicara fue enviando una colección de cuentos a un concurso. El resultado en parte lo esperaba así como comentarios sobre lo inaceptable de un futuro “desesperanzador” para nuestro país. Era una posibilidad desde el principio pero de todos modos me afectó. La ciencia ficción yo la veo como arte y no como política. Yo no estoy para decirle a nadie como debe ser el futuro y la ciencia ficción soviética está ahí (editada en español para quien quiera leerla) para demostrar como se logra un futuro “esperanzador y políticamente correcto” recreado en novelas muy malas (no incluyo ni a los Strugaski ni a Lem). Pese a todo se han publicado dos cuentos, uno como parte de una colección y otro en una antología. Claro, son cuentos en los que no hablo de los peregrinos que van al Santo Sepulcro de la guerrilla en Santa Clara Autónoma. En fin, yo sigo escribiendo y no me preocupo por lo que digan las editoriales o los funcionarios. Yo me concentro en hacer ciencia ficción.

- Estás empezando la tercera parte. ¿Nos adelantas algo?
Acabo de terminar la segunda parte que es un viejo sueño mío, hacer una novela larga. Se titula “Los propios rusos” y se concentra más en la descripción de los elementos yorubas y las Inteligencias Artificiales disidentes en el ciberespacio. En esta novela profundizo más en la política de los Estados Soviéticos del Espacio y en la Iglesia Guevarista en Santa Clara. Yo me divertí mucho haciéndola, la gente que la lea tiene la última palabra. Ahora estoy escribiendo los primeros borradores de una tercera parte (aún no he publicado la segunda pero yo sigo escribiendo) no puedo adelantar nada porque la idea aún está dentro de mi cabeza… y bueno, aún es un caos de ideas sueltas. Corro el riesgo de contarte algo totalmente diferente a lo que después escriba. Y eso no sería justo.

Puedes comprar el primer libro de Habana Underguater Aquí

viernes, 8 de octubre de 2010

Reciclar

Carne
Foto: Claudio Fuentes Madan

Una de las nuevas “actividades” aprobadas por el gobierno cubano ha sido la controvertida “recicladores-vendedores de materias primas”. Esta durísima “empresa privada” reúne a los mendigos de La Habana quienes sobreviven de recoger lo que el resto de la sociedad bota.

Hace algunos años Claudio Fuentes Madan estuvo haciendo una serie matérica de cuadros utilizando residuos de la ciudad, lo que lo puso en contacto con muchos de estos hombres y mujeres que comen, literalmente, de la basura. En su mayoría son personas sin viviendas (ni posibilidades de adquirir una ya que la compra-venta de inmuebles está prohibida para los cubanos). Pernoctan en los lugares más siniestros de la ciudad (zonas destruidas de los hospitales, edificios abandonados y declarados inhabitables por riesgo de derrumbe, parques alejados del centro y los ya parte del paisaje urbano “Llega y pon”). A menudo viven como “ilegales”, una ley estalinista que impide a los no capitalinos quedarse en La Habana si no tienen una dirección permanente en la ciudad. Para evitar las enfermedades, me contaba Claudio, echan petróleo o luz brillante en el agua que utilizan para bañarse, acto que se realiza en la casa de algún conocido pagando de antemano un módico alquiler por el uso de los servicios sanitarios.

Son estos seres los que a partir de ahora deben pagar un por ciento de sus ganancias al estado cubano. Es tan sádico que cuesta imaginarlo. Entran ganas de taparse los ojos con las dos manos como en las escenas sangrientas de las películas de terror. Sólo que no es una película, es lo que queda de la economía socialista.

Uno se pregunta por qué este negocio parece ser –no se me ocurre otro adjetivo- lo suficientemente próspero como para que el Estado decida sacarle a sus beneficiarios parte de las ganancias. Resulta que la verdadera educación cívica, esa legendaria asignatura que mis padres estudiaron en la primaria y yo no, ha perdido todo su sentido semántico en Cuba. La gente no se siente responsable de reciclar lo que bota: si el Estado necesita materias primas, que se las agencie como pueda. Es por eso que las oficinas de recolección de materias primas sufren de abandono social y sólo los buzos se ocupan de llevar los plásticos y las latas que encuentran por los latones de basura.

El otro día un amigo recogió todas las botellas que durante años había acumulado en su casa y se dispuso –paradigma del hombre nuevo- a llevarlas a su oficina más cercana. Al llegar descubrió que tendría que regresar con todo su “material reciclable”, pues por no llevar un saco contenedor de las mismas no se las podían aceptar. Esa misma madrugada se las dio a una muchacha que con un carrito recogía inmundicias por la ciudad. Había cambiado su horario de trabajo de las tres de la tarde a las tres de la mañana.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Espontáneo

laton
Foto: Claudio Fuentes Madan

He quedado un poco traumada después de las celebraciones de los CDR. Entre la discusión en la guagua, el trabajo voluntario de mis vecinos el domingo y el reggetón del 28 hasta la 1 de la mañana, estoy “puesta y convidada”.

Resulta que el domingo hubo trabajo voluntario. Claro que El Ciro y yo no estábamos al corriente por lo que cuando él bajo con los perros y se encontró a un viejito chapeando el césped con el último aliento le dijo: Compadre, déjame chapear a mí que estoy más joven. En lo que dejaba la cuadra sin yerba mala se le acercó “el de la lista” y le dijo: Oye compadre, deja eso que ya estás anotado. Levantó la vista y comprobó que además de haber participado en el trabajo voluntario, era el único que, efectivamente, había trabajado. Para los demás se trataba de agarrar un ladrillo y moverlo de la derecha a la izquierda, para después ver al de la lista y decirle “anótame ahí”. Recordé la vez en que se rompió el chucho de encender la escalera y El Ciro (iniciativa privada cien por ciento) lo cambió sin decirle nada a nadie. Una vecina me informó después que se planeaba una reunión para definir la estrategia de la reparación “cantidad de dinero a dar por apartamentos, decidir quién lo recoge y por último quién lo compra”. Nos habíamos saltamos todos los pasos.

Para la fiesta lo mismo. En mi edificio, a las diez de la noche, la única que está despierta soy yo. Mis pobres vecinos cerraron los ojos cuatro horas después porque “había que celebrar” la llegada del 28 de septiembre. Pasada la media noche escuché a una vecina inocente preguntar por qué no habían hecho la fiesta el viernes o el sábado. La pobre, ella no sabe que se baila el día previsto, se trabaja el día previsto, se duerme el día previsto y se vive como está previsto.

domingo, 3 de octubre de 2010

El Macho

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Foto: Claudio Fuentres Madan

No me considero una feminista porque trato de evitar las actitudes reactivas. Es decir, el feminismo como oposición al machismo me resulta demasiado fácil cuando en realidad los derechos que me corresponden como ser humano van mucho más allá de mi género. Sin embargo entre algunos mis conocidos la cosa no es tan compleja: yo soy una feminista. Es una tendencia natural que tenemos a meter en el saco de lo conocido todo aquello que no acabamos de comprender, la generalización a ultranza de las excepciones que no caben en las estadísticas.

En Cuba el machismo funciona parecido al racismo, para la dirección del PCC simplemente “no existen”. En su libro “El segundo sexo” Simone de Beauvoir estudió los puntos que unen la segregación sufrida por el negro y la mujer, medio siglo después mi país es la prueba viviente de su tesis. Entre los “no racistas” están los que afirman que “no todos los negros son iguales” o esta otra aberración “ese negro tiene alma de blanco”. Entre los “no machistas” encontramos otra versión del mismo fenómeno “la mujer es como nosotros”. O sea, “ellos” son la especie, “nosotras” nos parecemos.

El otro día fui a una fiesta alejada del centro y me perdí en el camino, uno de los invitados me reconoció por la calle y como iba en un taxi me recogió. Cuando me monté llevaba una animada conversación con el taxista y no quise interrumpir. El diálogo era más o menos así:
- Pues yo compadre, no la dejo salir sola. ¿Qué es eso de andar por ahí?
- Seguro.
- Cuando llego del trabajo a veces le doy unos golpes por si acaso- este comentario supongo que fuera un chiste, pero no pude comprobarlo- y después la paro delante del espejo y le digo “¿Ves?, yo soy más lindo que tú”.

Me quedé como una tabla, no sólo por el mal gusto de lo que parecía ser una broma, sino por el hecho de haber ambos ignorado mi presencia en la parte de atrás del carro de manera olímpica. Cuando llegamos a la casa de la fiesta el que me había recogido se viró limpiamente hacia mí y me preguntó:
- Claudia, ¿tienes dinero ahí? Paga tú que no tengo el dinero exacto.